¿Se puede hablar de experiencias humana en el
terror y el fantasy?
Fantasía y terror en Cuerno callado de
Victoria Bayona. Ed. Gerbera 2016.
Victoria Bayona es una autora muy joven, y es una de las escritoras del
fantasy argentino. También escribe novelas y relatos de ciencia ficción y terror.
Algunas de sus obras son: Camino a Aletheia. Ed. Norma, Buenos Aires, 2011.Dalila y los tritauros. Ed. Estrada,
Colección Azulejos, Buenos Aires, 2013. Los viajes de Marion - El secreto de
la lengua. Ed. Del Nuevo Extremo, Buenos Aires, 2015. La maestra.
Ediciones SM, Colección El Barco de Vapor, Buenos Aires, 2015.
Leo a Victoria desde
sus comienzos y en este libro percibo su crecimiento tanto en la capacidad de crear mundos
como en la escritura.
Dice Pablo de Santis en la
contratapa de Cuerno Callado.
Cuerno Callado es un pueblo levantado por hechiceros de pies descalzos. Sus
fundadores prometieron no recurrir a la magia, pero la magia no prometió nada.
Y así irrumpe en cada uno de estos cuentos, a través de imágenes inolvidables:
unos grandes y terribles muñecos hechos con trigo, marinos fantasmas que se
cuentan sus muertes, velas que arden conectadas con los sueños, un niño al que
las avispas siguen como si fuera su amo…
El
cuerno roto, el Cuerno Callado que da nombre al pueblo, parece compensar ese
silencio original con las historias que despliega a su alrededor. Los
personajes de los cuentos pasan de un relato a otro. Completan su vida y su
leyenda, y juegan al equilibrio entre el cuento y la novela, para felicidad del
lector.
Los
relatos que integran este libro que es
una Cuentonovela o fantaterror como lo califica la autora
en el epílogo, justamente porque los protagonistas son personajes que habitan el pueblo
de Cuerno Callado. Vale
la pena leer el maravilloso origen que este libro tuvo bajo la estrella de una bloguera
como fue Annie Yohai, fundadora del Blog
Llave de tinta.
Ya el
título promete. Comparto un fragmento de la presentación de Fantasía y terror en
Cuerno Callado hecha por José María Marcos en la presentación
en la Librería Soplavientos el sábado 4 de junio de 2016.
¿Qué me pasa con
este título?
Me gusta cómo se
complementan sus palabras, cómo dialogan entre sí.
Por un lado,
está el encuentro entre fantasía y terror. “Fantasía” comparte su raíz con
“fantasma”, mientras que “terror” hace alusión al camino que sólo podemos
transitar entre el miedo y el deseo, entre aquello que queremos, pero se
encuentra rodeado de obstáculos, muchos de ellos... tenebrosos y fantasmales.
Y después está
el nombre del pueblo donde ocurren estas historias: Cuerno Callado. Me parece
un gran acierto, porque habla de que el silencio no es sólo la falta de sonido,
sino, además, la evocación, la remembranza de aquello que enmudeció, que dejó
de sonar, pero que vive en ese silencio.
En este diálogo
sugerido (o en estos diálogos entre fantasía/terror, miedo/deseo,
silencio/palabras, Cuerno/Callado) se percibe un murmullo que recorre todo el
libro y que es donde mejor trabajan estos relatos escritos, sin duda, desde el
corazón.
Los
relatos de libro son seis: Cuerno
Callado, El señor Fuentes, El niño de las avispas, Amelia, El hacedor de velas,
El capitán fantasma.
Salvo
El señor Fuentes que cuenta la historia de la desaparición de un joven,
Santiago Conte, en Cuerno Callado y su
aparición misteriosa, los demás cuentos están entrelezados por la historia de
Amelia, que es una niña “ encantandora”
(los hechiceros de Cuerno Callado se hacen llamar así) y su abuela Leni.
Las
historias de cada uno de estos personajes además de “encantadoras” porque no
solo te atrapan en sus páginas sino que tambiénrevelan los
deseos más humanos: deseo de ser amado a pesar de las diferencias, el de
imaginar mundos posibles que te hacen vivir a pesar de los límites, la
posibilidad del perdón en las relaciones y el sacrificio de la propia vida por
amor. Historias hermosas con grandes temas.
Solo
una a modo de ejemplo comentó quizá el
cuento más conmovedor y que fue la génesis de este libro: El hacedor de velas: Jonás es el hijo
de un cerero, y el chico que sufre una enfermedad que lo tiene debilitado ayuda
a su padre fabricando unas velas que tienen la particularidad de que cuando se
encienden se pueden ver los mundos que Jonás imaginó mientras las construía.
Con esta bella metáfora Victoria nos muestra un personaje cuya incapacidad no
le quita la posibilidad de ser.
En definitiva, un libro breve,
apenas 90 páginas que nos hacen disfrutar y emocionar en cada renglón. Un libro que se puede compartir con jóvenes
en el aula o en otros contextos de lectura porque seguramente dará ocasión a interesantes y profundas conversaciones
literarias, a diálogos en los que podremos compartir buena literatura y
seguramente saldrán a la luz experiencias de vida.