Minotauro en zapatillas. de Ezequiel Dellutri. Torre amarilla. Norma editorial
Si bien
este libro se editó en una colección para chicos y ganó el premio
Destacados de Alija 2019 en la Categoría
Novela Infantil, es tan divertido y profundo en su propuesta que todos lo
pueden disfrutar y abrir interesantes conversaciones literarias con jóvenes.
Es una
novela con mucho humor, muy profunda, una novela, podríamos decir, filosófica -existencial
que aborda una de las preguntas más importantes para los lectores en
crecimiento: ¿el destino está predeterminado o tenemos libertad para construir nuestras vidas?
Abrimos la
novela y nos encontramos con que los seres de la mitología griega viven en nuestra época, por ejemplo: Heracles, Odiseo, las Grayas, Palas Atenea,
los centauros. Los más jóvenes viven en un hogar especial hasta que crecen.
Pero a Cristóbal Asterión, el Minotauro, acaban de expulsarlo por su pésimo
comportamiento; Tadeo Teseo lo insultó y el monstruo con cuerpo de hombre y
cabeza de toro perdió el control. Por eso Gregorio Dédalo, el tutor, decidió
que Cristóbal debe irse. Ahora tendrá que estudiar en una escuela común,
rodeado de simples mortales.
Sin embargo, Cristóbal Asterión y Tadeo Teseo, un minotauro
y un héroe griego, cuyo destino es ser uno el asesino del otro, son mejores amigos. Y como todos los amigos,
se pelean, y provocaron tantos destrozos que los separan.
Es a partir de esta situación que tanto Cristóbal Asterión
como Tadeo Teseo, cada uno por su lado,
tratan de entender lo que pasó y necesitan ir a preguntarle a La Vieja, Sofia
Palacios, una Olímpica, la encarnación misma de una diosa del Olimpo, que ha
renunciado a su ser de diosa mítica para hacer su propia vida. Quieren
entender, necesitan entender si están condenados a un destino ya escrito o si lo pueden cambiar.
La novela se divide
en tres partes contada por los mismos
protagonistas. En la primera escuchamos
a Cristóbal Asterión, en la segunda a Tadeo Teseo y en la tercera
Cristóbal Asterión cuenta el desenlace de esta historia de amistad. La elección
de la primera persona hace que sea más inmediato para los lectores ensimismarse
con el drama interno de estos amigos que se extrañan, que no quieren perderse.
Si bien los lectores más chicos conocen la Mitología griega
tanto por la escuela como la saga de Percy Jackson y las películas, el mito
original se cuenta con ilustraciones del
mismo autor. En las descripciones y acciones
de los personajes podemos reconocer a dioses y héroes míticos que pueblan el
universo de esta novela: Ulises Odiseo es un navegante de internet, y Edgardo Polifemo se la tiene jurada desde que
cuando eran amigos le puso limón en el colirio de su único ojo; Gregorio Dédalo
es el tutor de todos y es el que decide la separación de Cristóbal y Tadeo,
porque sostiene que en la genética mitológica es que sean enemigos, pero ellos
se hicieron mejores amigos. También hay personajes mortales: Cristóbal en su
nuevo colegio , conoce a una compañera muy particular: Fefé Fuccilli, una chica normal pero con una
personalidad que lo abrirá a una mirada nueva sobre si mismo.
La gran pregunta que tienen estos dos grandes amigos,
mientras se extrañan, se buscan, es
saber quiénes son, si es verdad que están predestinados o no, si son libres o
no, si pueden ser ellos los que manejen sus vidas y cambiar lo que parecía que
estaba escrito. Las preguntas se abren porque hay algo que ninguno de los dos
quiere perder: la amistad que tienen.
Entonces aparecen, de una manera genial, divertida y
profunda, los grandes temas: la pregunta por el sentido de la vida, de quién te
hace ser, qué te hace libre,
Los dos personajes hacen un recorrido de conocimiento
personal y se abren a sus preguntas más existenciales. Cristóbal Asterión va a
vivir con la abuela que es un oráculo y ella es la que empieza a decirle que
las cosas no son cómo se las dijo Dédalo, que tiene que aprender a mirar lo que
realmente quiere. Tadeo Teseo es un
personaje más pensante, qué necesita saber por qué pasan las cosas que pasan.
En las voces de los
protagonistas encontramos frases que, puestas a dialogar con adolescentes,
pueden ser motores de grandes conversaciones literarias.
Por ejemplo, escuchemos lo que dice
Tadeo Teseo:
Cristóbal me
dice que a veces soy un poco creído. Puede ser que lo parezca, pero es una
forma de defenderme: me molesta tener miedo, me molesta que crean que valgo
solo porque nací héroe. Por eso muchas veces tengo la necesidad de que los
demás se den cuenta de que valgo por mi mismo , no por mis ancestros. (pág. 63)
Y a Cristóbal Asterión:
Laberinto
Se hace de
noche rápido. Desde mi cuarto puedo ver la calle, los cables que se
entrecruzan, las luces que iluminan la
vereda. Podría saltar, escapar, irme para siempre de acá, pero…¿para qué? No sé
adónde. Estoy cada vez más solo. (pág. 19)
Así es este libro: una propuesta inteligente, divertida, una vuelta de tuerca paródica de los mitos y
seres mitológicos que todavía tienen mucho para decirnos y hacernos pensar. Un
libro que perfectamente puede integrar un recorrido lector sobre mitología en
cualquier espacio de lectura con jóvenes. Un libro para cruzar con otras
lecturas de los jóvenes y con otros productos culturales como series y películas.
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