martes, 29 de septiembre de 2020

Serie Elementales de Liliana Bodoc. Un abanico de buena literatura.

 

Serie Elementales: Silfos, Salamandras, Nomos y Ondinas de Liliana Bodoc. Alfaguara.  



La serie elementales toma como hilo conductor los elementos esenciales de la creación para los libros que la componen:  Ondinas (Agua) , Salamandras (Fuego), Silfos (Aire) y Nomos (Tierra). 

El recurso  de un tema o hilo conductor la autora  ya lo exploró  en otros de sus libros: Sucedió en colores -cuentos a partir de colores básicos: negro, blanco, rojo, amarillo y verde. Y en Reyes y pájaros cuyos  protagonistas son los reyes y pájaros.

Integrada por  textos de diferentes géneros literarios: poesía, cuentos, textos teatrales, ópera, haikus. Además de cuentos de corte fantástico, histórico, realista, de terror, romance, epistolares. Con esa voz poética tan propia de la autora,  las palabras y los textos apelan a la sensibilidad  y al placer del lector.  

La dedicatoria de cada libro es a un niño tal vez sus nietos o cercanos a su familia. Sean quienes sean cada uno de ellos podrá atesorar, como nosotros, estos textos increíbles de Liliana. Además, cada libro abre con un poema dedicado al elemento tematizado.  

Silfos (Fragmento)

Tiene mil nombres,

rostros y sombreros.

Entra su caballada a las ciudades

y se lleva la vida.

Lucha por sostener el barrilete

como harapo glorioso.

 

Nos detenemos brevemente en cada libro:

Ondinas abre con el poema Agua que describe distintos tipos de agua y cierra con Cuento en remolino. En este texto  la disposición de las palabras sobre la hoja acompaña como en un caligrama a la protagonista, el lector tiene que seguir la textualidad para llegar al final. Entre el poema del comienzo y el final en remolino, hay  ocho cuentos de carácter realista (alguno con una pizca de fantástico), que  narran historias de personajes en diferentes tiempos y lugares unidos por el agua. Este  elemento es el testigo de los acontecimientos como en los tres cuentos con el mismo título, “El río estuvo allí”  cuyos subtítulos  tienen que  ver con el curso normal de un rio: la confluencia, el curso medio y la desembocadura. El rio es escenario y  punto de vista. En Ondinas conviven lloronas falsas y verdaderas, esclavos y pintores buscando la libertad, niños que descubren que jugar con agua puede  ser más peligroso aún que jugar con fuego, marineros, monjes e inmigrantes rumanos. El agua contempla sus vidas simples y peculiares con destellos de sus pasiones. 

Nomos:  Comienza con el poema  y termina con la letra de  una ópera sobre Gea (la tierra) socavada por los hombres. En el medio ocho textos que van desde un cuento de corte realista histórico sobre Galileo Galilei, uno a partir de mapas y  cuevas antiguas, una historia de amor en torno a la alfarería, otros poemas sobre las partes de la  tierra: corteza, núcleo. Una secuela de las Mil y una noches, la noche 1002, en la cual Shezerade relata como el desierto cobra venganza. Una anciana que visita su casa materna por el  Google maps desatando los recuerdos de su infancia. Otros con  historias de destierros, de ladrones de restos arqueológicos

Salamandras: El poema Fuego  lo abre y finaliza con un cuento: El mismo bar, el mismo fuego en el que ingresan personajes o tópicos relacionados con el fuego: una versión de la Vendedora de fósforos, el fuego de un amor que vuelve a despertar, la fiesta de Halloween. La noticia de la condecoración del hombre que tiró la bomba atómica da origen a una venganza muy particular. Un  cuento de corte histórico sobre las Brujas de Salem, otro en el que la protagonista hace malabares con fuego.  Cantos de fuego es ocasión el género canto que  es una construcción popular de  temas cotidianos, reúna a distintos  protagonistas en torno al fuego: el primer hombre, el chico que va a soplar las velitas de cumpleaños, la herrera que hace la espada de Merlín. Aparece también un cuento de ciencia ficción sobre cazadores del sol, y dos cuentos de terror enlazados por el diablo, un cuento que desarrolla una leyenda barrial originada por un incendio.

Silfos: comienza con  el poema y  concluye con el cuento Skhizma o el arte de dividir en el cual un chisme se convierte de brisa a huracán que desbasta . En el resto de los relatos aparece el viento persiguiendo  a una joven para poseerla, una historia de una cautiva con los sioux  hasta una flatulencia inoportuna desencadena un drama. 

 

 

En una entrevista Liliana Bodoc explicó cómo   trabajó estos textos:

Para estos libros me fui haciendo listas, desde lo más obvio –para el agua: río, mar, gota, saliva– hasta ampliar el campo semántico –para el fuego: la pasión, la vergüenza, la rabia–. Apareció también la pólvora y buscando en Internet encontré la historia de Theodore Van Kirk, el hombre que tiró la bomba atómica, y de cómo lo premiaron. Y esa bomba que va a destruir la ciudad entera, a la que le ponen un nombre, Little Boy. Mientras leía, dudé entre centrarme en la historia de Van Kirk o en la de uno de los pocos que se salvó, un señor que estaba en un sauna subterráneo. Es un dato que me llama la atención, y es la punta del ovillo. También por la idea de que, así como aparecen de tantas maneras en nuestras vidas, yo podía trabajarlos de muchas otras, jugando con los géneros. Me quise dar ese gusto.

 

La serie elementales son libros adecuados para integrarlos en el aula en clases de Prácticas del lenguaje o Literatura. Tiene todos los condimentos: una gran escritora, una colección de textos de literatura con mayúsculas, la posibilidad de explorar con los lectores el abanico de  géneros y el cruce con otras asignaturas como las de Ciencias Sociales. Además, la lectura de estos libros puede acompañarse con propuestas de escritura que exploren las mismas sugerencias  generadoras de textos que usó Liliana Bodoc.