miércoles, 9 de octubre de 2019





Los ojos del perro siberiano de Antonio Santa Ana y Koi de Ezequiel Delllutri, ambas de la colección  Zona Libre, Editorial Norma.

La relación entre hermanos es entrañable e intensa. Puede ser una relación difícil o fácil, pero siempre, nos constituye.  Entre hermanos se da todo: afecto, intimidad. celos, competencia, rivalidades, secretos. Con los hermanos se crece, se enfrentan  situaciones difíciles,  aprendemos a conocernos a nosotros mismos, a entender el mundo y al mundo adulto, empezando por los padres.
Este vínculo recorre la trama de dos novelas juveniles: 
            Los ojos de perro siberiano es una novela escrita en el año 1998 que se ha convertido en un best seller de los adolescentes y jóvenes, tanto que en el año 2018 -veinte años después de su publicación – ganó el premio Favoritos de los lectores de Alija. Este premio lo otorgaron los mismos lectores adolescentes de varias escuelas del país.  ¿Qué tiene esta novela que dos décadas después los lectores jóvenes la siguen eligiendo?
            La novela cuenta la historia de un chico que vive en San Isidro y que está a punto de viajar a Estados Unidos. Antes de terminar de preparar sus valijas, narra como debió enfrentar el tenso clima familiar que vivió desde los cinco años, cuando Ezequiel, su hermano mayor de dieciocho años, se fue  de  casa tras una violenta discusión. Sus padres nunca quisieron hablar de ese tema, hasta que el protagonista se entera de que su hermano tiene SIDA. En los últimos años antes de morir, mientras su familia niega la enfermedad de Ezequiel y las relaciones se tensan, entre ambos hermanos surge una profunda relación. 
            En el desarrollo de esta trama, Santa Ana construye la historia de un vínculo esencial. Cuando Ezequiel va  a su cumpleaños, el protagonista decide visitar  a su hermano y enterarse el porqué de esa ruptura familiar. Pronto se revela la verdad de la enfermedad de Ezequiel que había generado el quiebre: el SIDA. Entre charlas, música, revelaciones, secretos y confesiones, ambos descubren que lo importante de la vida es ser mirados, amados por lo que son; conversan sobre lo importante de la vida: el destino, la muerte, las relaciones  con los padres y los amigos. El protagonista con su hermano mayor aprende a mirar, a mirar de verdad. A mirar como los ojos del perro siberiano de Ezequiel miran, estos ojos que  se convierten en la metáfora del libro.
                          “Uno de los motivos por los que quiero tanto a este perro es por sus ojos. Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos de algunos veo temor; en los de otros, intolerancia. En los de la abuela veo lástima. En los de papá, enojo y vergüenza. En los de mamá, miedo y reproche. En tus ojos, curiosidad y misterio…Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro”

En esta posibilidad de construir un vínculo verdadero, que no es simple y que requiere sacrificio consiste lo maravilloso de esta novela.
Koi de Ezequiel Dellutri es ganadora del premio Norma de novela juvenil en el 2018. Narra la historia de dos jóvenes medio hermanos, Laura y Julián, que se conocen tardíamente: Laura tiene 15 años y Julián, doce. Sus vidas no son fáciles: Laura se entera  de la identidad de  un padre ausente del que su mamá nunca le había hablado y Julián sufre de autismo. Cuando se conocen, Laura decide frecuentar a su medio hermano y pronto descubrirá que Julián y ella se conectan de una manera especial. Se ayudarán mutuamente a enfrentar sus dolores y miedos.  
En Koi hay dos elementos que funcionan como metáforas de las relaciones humanas: los peces  que tiene Julián en la pecera que mira constantemente  e invita a su hermana a conocer y admirar, representan esas relaciones que, frecuentemente, se generan en la vida. No se puede establecer con los peces vínculos verbales y afectivos, no se pueden acariciar como a un perro o un gato, por eso reflejan la situación de los dos personajes: no pueden hablar, no reciben el cariño que necesitan. El otro elemento es la música que se convierte en el puente que les permitirá a los personajes  comunicarse y establecer un vínculo de conocimiento y de amor.
En definitiva, dos novelas para disfrutar su lectura con los chicos, en cualquier contexto: aula, bibliotecas. Pueden  ser parte de proyectos lectores de la escuelas medias. porque abordan temas que nos involucran a todos y, seguramente, se podrán compartir diálogos, ricos y profundos sobre las relaciones humanas fundantes que se ponen a prueba de crecimiento en la familia, con hermanos, padres y abuelos.   
Dos novelas que por las referencias musicales, las metáforas, los temas como la enfermedad, las capacidades diferentes, la mirada del que es diferente, son adecuadas para integrarlas en proyectos de Educación sexual integrada (ESI) o proyectos interdisciplinarios.

1 comentario:

  1. en a prueba de crecimiento en la familia, con hermanos, padres y abuelos.
    Dos novelas que por las referencias musicales, las metáforas, los temas como la enfermedad, las capacidades diferentes, la mirada del que es diferente, son adecuadas para integrarlas en proyectos de Educación sexual integrada (ESI) o proyectos interdisciplinarios. https://conpeht.net/biografia-de-ryan-haddon-ryan-haddon-es-un-destacado-periodista-y-productor-de-television-estadounidense-es-popular-por-su-aparicion-en-el-documental-ephemera-the-art-of-impermanence-haddon-tambien/

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