“En la vida no vas a poder evitar
los nudos; el secreto está en saber qué
haces con ellos, dónde os colocas y qué sentido les das. Es a través de los
nudos que vamos tejiendo la vida” pag 104
Hace cuatro años que Antonio no ve a su
madre. Ella está en Madrid, trabajando por construir un futuro mejor para los
dos y Antonio vive en la casa de sus
tíos donde sufre continuamente maltrato físico y psicológico por parte de un
tío.
A veces se exigía a si mismo cruzar
la piscina sin sacar la cabeza para tomar aire, llevaba sus pulmones al límite
solo para demostrarse cuánto era capaz de resistir. Otras veces lloraba en el agua,
como cuando se llora debajo de la lucha y sus lágrimas escapaban sin que nadie
pudiera descubrir su fragilidad. (pag. 16)
Lucía creía que esa era un pijama party
como otros con sus amigas. Pero de pronto una de ellas le sacó una fotografía
desnuda y se la mandó a un chico del colegio. De la noche a la mañana, la vida
de Lucía se convierte en un infierno.
“algo había
terminado para siempre luego del incidente de la fotografía. Algo se había roto
en su alma. Era como si en lugar de la tecla enviar, alguien hubiera presionado
la tecla borrar…Lucía ya no existía. O si existía, pero de una forma
distorsionada y oscura” (pag. 81)
Antonio y Lucía tienen algo en común,
aunque no se conocen: los dos están anudados en sus problemas. Y se siente tremendamente solos.
En cada
capítulo de la novela se hace foco en estos personajes: nos muestran cómo viven
y sufren estos problemas, tienen encuentros causales en un colectivo y en un
taller municipal haciendo un curso para armar pulseras hippies con hilos, coinciden
y encuentran a una profesora que será un vínculo fundamental para
entrelazar, deshacer los nudos de las pulseras y los propios,
Los nudos se van
apretando con el silencio. El
silencio de Antonio con Alba, su madre que está lejos. Entre los dos para no
angustiar al otro no se cuentan los problemas que tienen en la vida; el
silencio con que Lucia enfrenta el problema de la escuela y asume la situación en su colegio sin
defenderse. Un silencio que los enquista y los anuda.
Un día
de la tormenta e inundación en la ciudad, se encuentran en la casa de Delfina y
deben pasar la noche allí. Antonio cuenta su historia y Lucia puede hacerlo
también y los nudos empiezan a desanudarse. La posibilidad de sanar viene de
otro que te acompaña en la vida, que te mira por lo que sos, te abraza y da la
posibilidad de mirar el propio drama desde otra perspectiva
Los nudos y la lluvia (el agua) son las dos
metáforas que atraviesan la novela: el agua que puede dañar pero también cura,
purifica, lava. Los nudos que se pueden anudar, desanudar, tirar de los hilos.
Son temas argumentales pero también son signo de los argumentos internos de
estos personajes
La tercera, digamos metáfora de
esta novela, la tercera protagonista es Delfina, como signo de los vínculos que
construyen, que posibilitan ser uno mismo.
Como el hecho de saber que la lluvia
ahora mismo está arrasando con todo, pero que en algún momento escampará. Les dice a los chicos
en un momento.
Es una novela en que todos los personajes tienen
una excelente construcción, incluso los no protagonistas:
Delfina: una maestra que también tiene su dolor, su drama pero que
acompaña desde el respeto y la discreción.
Norberto
es un escritor fracasado que somete a su familia y a Antonio especialmente a un
maltrato psicológico humillante que le hace sentir que está en esa casa porque
él lo permite. Norberto es siempre una presencia siniestra, además de que va enredando a toda la familia: a Leo, que
apoya a su primo en silencio con miedo a su padre; y sobre todo a Beatriz, la
tía, que es capaz de darle la vuelta a cualquier situación para que Norberto
aparezca como una persona generosa y buena.Recorrido lector u otros libros en
relación con otras novelas en las que los protagonistas adolescentes tienen que luchar
para conquistar su identidad resolviendo los problemas que la vida presenta
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