La lluvia sabe porqué de María Fernanda Heredia. Editorial Norma
para la colección Zona libre
“En
la vida no vas a poder evitar los nudos;
el secreto está en saber qué haces con ellos, dónde os colocas y qué sentido
les das. Es a través de los nudos que vamos tejiendo la vida” pag 104
María
Fernanda Heredia, nació en Quito, Ecuador, en 1970. Es escritora, ilustradora y
diseñadora gráfica. Tiene publicados más de veinte libros dirigidos niños y
jóvenes. Entre sus títulos más difundidas se encuentran Amigo se escribe con H,
Cupido
es un murciélago, Foto Estudio Corazón y El mejor enemigo del mundo. recibió
premios como el Premio Iberoamericano de
literatura Infantil y juvenil Premio Norma Fundalectura 2003 y el premio A orillas
del viento en 2015 por Los días raros.
Hace cuatro años que Antonio no ve a su
madre. Ella está en Madrid, trabajando por construir un futuro mejor para los
dos y Antonio vive en la casa de sus
tíos donde sufre continuamente maltrato físico y psicológico por parte de un
tío.
A veces se exigía a si mismo cruzar la piscina sin sacar la cabeza para
tomar aire, llevaba sus pulmones al límite solo para demostrarse cuánto era
capaz de resistir. Otras veces lloraba en el agua, como cuando se llora debajo
de la lucha y sus lágrimas escapaban sin que nadie pudiera descubrir su
fragilidad. (pag. 16)
Lucía creía que esa era un pijama party
como otros con sus amigas. Pero de pronto una de ellas le sacó una fotografía
desnuda y se la mandó a un chico del colegio. De la noche a la mañana, la vida
de Lucía se convierte en un infierno.
“algo había terminado para siempre luego del incidente de la fotografía.
Algo se había roto en su alma. Era como si en lugar de la tecla enviar, alguien
hubiera presionado la tecla borrar…Lucía ya no existía. O si existía, pero de
una forma distorsionada y oscura” (pag. 81)
Antonio y Lucía tienen algo en común,
aunque no se conocen: los dos están anudados en sus problemas. Y se siente tremendamente solos.
En cada capítulo
de la novela se hace foco en estos personajes: nos muestran cómo viven y sufren
estos problemas, tienen encuentros causales en un colectivo y en un taller
municipal haciendo un curso para armar pulseras hippies con hilos, coinciden
y encuentran a una profesora que será un vínculo fundamental para
entrelazar, deshacer los nudos de las pulseras y los propios,
Los nudos se van
apretando con el silencio. El
silencio de Antonio con Alba, su madre que está lejos. Entre los dos para no
angustiar al otro no se cuentan los problemas que tienen en la vida; el
silencio con que Lucia enfrenta el problema de la escuela y asume la situación en su colegio sin
defenderse. Un silencio que los enquista y los anuda.
Un día de la
tormenta e inundación en la ciudad, se encuentran en la casa de Delfina y deben
pasar la noche allí. Antonio cuenta su historia y Lucia puede hacerlo también y
los nudos empiezan a desanudarse. La posibilidad de sanar viene de otro que te
acompaña en la vida, que te mira por lo que sos, te abraza y da la posibilidad
de mirar el propio drama desde otra perspectiva
Los nudos y la lluvia (el agua) son las dos
metáforas que atraviesan la novela: el agua que puede dañar pero también cura,
purifica, lava. Los nudos que se pueden anudar, desanudar, tirar de los hilos.
Son temas argumentales pero también son signo de los argumentos internos de
estos personajes
La tercera, digamos metáfora de
esta novela, la tercera protagonista es Delfina, como signo de los vínculos que
construyen, que posibilitan ser uno mismo.
Como el hecho de
saber que la lluvia ahora mismo está arrasando con todo, pero que en algún
momento escampará. Les dice a los chicos en un momento.
Es una novela en que todos los personajes tienen
una excelente construcción, incluso los no protagonistas:
Delfina: una maestra que también tiene su dolor, su drama pero que
acompaña desde el respeto y la discreción.
Norberto
es un escritor fracasado que somete a su familia y a Antonio especialmente a un
maltrato psicológico humillante que le hace sentir que está en esa casa porque
él lo permite. Norberto es siempre una presencia siniestra, además de que va enredando a toda la familia: a Leo, que
apoya a su primo en silencio con miedo a su padre; y sobre todo a Beatriz, la
tía, que es capaz de darle la vuelta a cualquier situación para que Norberto
aparezca como una persona generosa y buena.
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